Todos los escenarios de este capítulo tienen lugar durante los eventos de Resident Evil, utilizando los escenarios presentes en el REmake.
Nightmare: Rebecca Chambers y Richard Aiken se reúnen en la Mansión Spencer e intentan encontrar al capitán de su equipo, Enrico Marini; pero en su lugar enfrentan a Yawn. Tras un cruento enfrentamiento parecen haberla derrotado, pero ésta lanza una última embestida contra Rebecca, que ante la impresión se queda paralizada. Richard la salva apartándola a un lado, pero cae en sus fauces dejándole gravemente herido. Durante estos eventos, Sergei Vladimir e Ivan salen de la mansión llevándose el prototipo del proyecto T-A.L.O.S.
Mansion Incident: Un resumen de Resident Evil, dividido en tres partes donde el jugador puede elegir controlar a Chris Redfield o a Jill Valentine. El primer acto los sigue en su búsqueda dentro de la Mansión Spencer, concluyendo en la batalla contra Yawn. La segunda parte se desarrolla en los jardines y zonas exteriores de la mansión, terminando en la batalla contra la Planta 42. En el último nivel atravesamos los laboratorios subterráneos, llegando a la batalla final contra el Tyrant.
Rebirth: Albert Wesker despierta en el sótano del cuarto piso de los laboratorios subterráneos en la mansión, revivido por un virus especial que recibió de William Birkin. El Tyrant ha sido destruido y el sistema de autodestrucción de los laboratorios ha sido activado. Antes de escapar, intenta acceder a la supercomputadora que guarda todos los datos de las pruebas de Umbrella, pero su contraseña de acceso ha sido revocada por Sergei Vladimir.
Wesker cambia de planes y lucha por escapar de la mansión. Casi al final, descubre que la salida está bloqueada por su antiguo sujeto de prueba: la casi inmortal Lisa Trevor. Wesker pelea contra la abominación y consigue retenerla dentro de la mansión hasta que la cuenta de autodestrucción llega a cero, eliminando para siempre a Lisa, junto a los laboratorios de Umbrella.
«Y entonces fue cuando renací, como el Fénix que resurge de las llamas. Ya no necesitaba a Umbrella. Ante mi se abría un nuevo horizonte. Me había alzado por encima de la raza humana y había engañado incluso a la propia muerte: nada podría detenerme…»
Pandemonium 