Bloodsucker

El Chupasangre es una criatura especial que aparece en Silent Hill. A diferencia de otros monstruos, Harry no puede derrotarlo y únicamente aparece en dos ocasiones en todo el juego, siendo el guardián de objetos importantes necesarios para seguir avanzando. Parece tres sanguijuelas unidas que se agitan sin cesar como grotescos tentáculos; es un parásito impulsado por la necesidad de beber sangre, y mientras no se le moleste, es indiferente hacia Harry.

Su primera aparición es en la versión distorsionada del hospital Alchemilla; se le encuentra en la habitación 204, chupando charco de sangre cercano sin mucho interés. Se vuelve agresivo si te aproximas a él, por lo que es necesario distraerle de alguna manera para obtener la Placa del Sombrerero. Utiliza el paquete de sangre previamente obtenido en el almacén para que el Bloodsucker entre en un frenesí alimenticio y se aparte de tu camino.

En Nowhere, es la criatura que vive dentro del famoso frigorífico en la cocina; en la primera puerta a la derecha del sótano del Otro Mundo tras usar la llave de «Phaleg». Para poder recoger la daga de Melchor, Harry debe usar el anillo para sellar contratos y asegurar la cadena de la nevera, evitando el escape de la criatura; de lo contrario, será una sorprendente muerte instantánea para el protagonista.

El monstruo en la personificación de la codicia, análoga a su voraz apetito por la sangre. Este egoísmo podría hacer referencia a Dahlia Gillespie, ya que ella estaba prácticamente cegada con el anhelo de usar a su hija para acelerar el nacimiento del Dios de la Orden. También representa la aversión que tiene Alessa hacia las serpientes, gusanos y demás entidades similares.

Puppet Doctor

Médicos pertenecientes al staff del Hospital Alchemilla que perecieron ante el poder del Otro Mundo. Son controlados por el mismo parásito desconocido que poseen las Puppet Nurses. Se les puede encontrar en la versión corrupta del Hospital en el primer Silent Hill .

Con una postura encorvada, caminan lentamente mientras emiten inquietantes sollozos, como si fueran controlados por cuerdas invisibles. Portan una bata de laboratorio blanca y corbata, además de un cuchillo para atacar. A diferencia de las enfermeras, suelen aparecer en solitario y se mueven aún más lento, pero también son más fuertes y resistentes.

La pistola desde una distancia segura es suficiente para acabar con ellos. De cerca, el martillo es una excelente opción, pues Harry puede conectar varios golpes antes de que la criatura se acerque lo suficiente para contraatacar. Representan la aversión que tiene Alessa Gillespie hacia el personal de Alchemilla y La Orden que se encargaba de manipularlos. Como dato curioso, los médicos poseídos sólo aparecen en el primer juego; en entregas posteriores, las criaturas basadas en entornos de hospitales son todas femeninas.

Puppet Nurse

Enfermeras pertenecientes al staff del Hospital Alchemilla que quedaron atrapadas en las tinieblas del Otro Mundo. Ahora son controladas por un grotesco parásito que las impulsa a atacar al jugador. Son endémicas de la sección del Hospital en el primer Silent Hill y también aparecen en la recta final del juego, Nowhere. Existe una versión más fuerte denominada Puppet Doctor.

Una criatura clásica en las series, en el primer juego su característica mas sobresaliente es el parásito que emerge de su espalda. Parecido a un gigantesco tumor, se mueve lentamente y las fuerza a caminar en una postura encorvada mientras avanzan lentamente hacia ti. Son extremadamente sensibles a la linterna de Harry, pero al mismo tiempo, puede apagarla para pasar desapercibido junto a ellas.

Las enfermeras poseídas vienen en cuatro combinaciones diferentes, dependiendo del color de su cabello, castaño o rubio, y el color de su chaqueta, verde o azul, que indican su velocidad, resistencia y fuerza. Todas ellas portan un escalpelo para atacar y emiten inquietantes sollozos mientras avanzan. No son difíciles de derrotar, aunque en ocasiones optan por cooperar para atacar. Mientras una sujeta a Harry, otras se acercan y lo apuñalan sin piedad.

La pistola desde una distancia segura es suficiente para acabarlas. De cerca, la escopeta es una buena opción como último recurso. Para ahorrar munición, el martillo es muy efectivo en enfrentamientos uno contra uno. Las Puppet Nurses representan la aversión que tiene Alessa Gillespie hacia las enfermeras debido al miedo que le producían por su larga convalecencia en el hospital; el hecho de ser controladas por un parásito es una analogía al hecho de que el personal de Alchemilla era manipulado por La Orden.

Creeper

Insectos gigantes que pululan en el Otro Mundo durante el primer Silent Hill. De movimientos rápidos, son extremadamente sensibles a la luz. Tienen una apariencia similar a la de una cucaracha, con tres pares de patas, dos antenas y en ocasiones, dos largos cercos al final de su abdomen. En comparación con otras criaturas, sus cuerpos compactos y delgados los convierten en un objetivo difícil para Harry.

Atacan mordiendo las piernas del personaje, pero no son muy resistentes. Son fáciles de eliminar, Harry incluso puede pisotearlos par acabar con ellos, aunque son muy molestos. Los Creepers representan el miedo de Alessa Gillespie a los insectos, excepto mariposas. También pueden representar a los protagonistas, pequeños como insectos en comparación con el inmenso poder o terror que inspira la ciudad y sus muchas criaturas peligrosas.

Silent Hill – Historia

El pequeño pueblo de Silent Hill en Maine es poco frecuentado por viajeros, pero ideal para quienes buscan un lugar relajado para pasarla bien. Harry Mason es un padre soltero quien perdió a su esposa hace cuatro años. Cuando su única hija Cheryl prácticamente le implora pasar unas vacaciones en Silent Hill, Harry no tiene otra opción que aceptar. Debido al mal tiempo, son forzados a arribar a las afueras del pueblo pasada la medianoche. Mientras avanzan a través de la solitaria carretera, una fugaz silueta se planta de repente frente el Jeep de Harry, quien al intentar esquivarla pierde el control y termina chocando a un lado del camino. El hombre pierde el conocimiento y al despertar descubre que su hija ha desaparecido.

Preocupado por el bienestar de Cheryl, Harry decide salir a buscarla. Pero en este pueblo pasa algo de verdad extraño. Toda la ciudad está cubierta por una densa neblina y parece abandonada, no hay signos de actividad alguna, ni siquiera el más ligero sonido. De pronto escucha pasos a lo lejos y a través de la niebla avista a una persona. Arriesgando todo, Harry se propone a seguirla hasta un estrecho y oscuro callejón. El cielo se torna negro de repente, al mismo tiempo que una potente sirena se escucha a lo lejos. El hombre queda en tinieblas, auxiliado únicamente por el débil brillo de su mechero.

Decide seguir adelante, pero conforme se adentra en la oscuridad descubre que todo ha cambiado, piedra y asfalto son reemplazados por metal, óxido y sangre. El silencio sepulcral se rompe para dar paso a una serie de horrendos sonidos que provienen de todas partes, y a la vez de ninguna. Sin lugar a donde ir, Harry continua recorriendo el camino que parece destinado para él hasta que encuentra un horrible cadáver mutilado colgando de una valla. Momentos después es atacado por pequeños monstruos quienes los superan de forma abrumadora y finalmente acaban con su vida…

O eso creyó. Harry despierta en una cafetería abandonada, de vuelta en Silent Hill. Frente a él aparece Cybil Bennett, oficial de policía de un pueblo cercano. Le explica que todos los medios de comunicación a su alcance no funcionan, además no han podido encontrar a otras personas y pasar mucho tiempo en las calles es peligroso. Harry no está dispuesto a quedarse sin hacer algo y está decidido a encontrar a su hija. Cybil acepta de mala gana y le entrega una pistola para casos de emergencia. La mujer saldrá hacia Brahms para contactar a sus compañeros y regresar con un equipo a investigar, mientras Harry sigue con su búsqueda.

Harry se aventura a las calles de Silent Hill, recolectando suministros valiosos y enfrentando grotescas criaturas que pululan por todas partes. Por suerte encontró una radio que emite una fuerte señal estática cada vez que una criatura se aproxima. Siguiendo las pocas pistas que tiene encuentra una nota dejada por Cheryl, que le invita a explorar la escuela primara Midwich. Al investigar más a fondo el pueblo con la ayuda de un mapa, descubre que las principales salidas de Silent Hill han prácticamente desaparecido, reemplazadas por enormes abismos sin fondo.

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