Las Lunas Hermanas, también llamadas Lunas de Sangre, son una serie de criaturas de tamaño astronómico que asemejan satélites naturales. Su origen es desconocido, pero representan la etapa final en el ciclo evolutivo de los Necromorfos, creadoras de las efigies que buscan devorar toda materia orgánica que se cruce en su camino. Envían Efigies Negras por todo el universo; una vez los artefactos caen en un planeta habitado, impulsan el desarrollo tecnológico de dichas especies.
Los habitantes del planeta son afectados a nivel mental por las señales electromagnéticas del monolito, en forma de demencia o un impulso maníaco por crear duplicados de la efigie; Efigies Rojas que se distribuyen por todo su territorio. Mientras los artefactos disfrazan sus verdaderas intenciones supliendo una fuente ilimitada de energía limpia, también tienen la capacidad de reanimar tejido orgánico y desatar a los Necromorfos. Una vez que los monstruos han acabado con la mayoría de la población, se inicia un evento de Convergencia.
Todos los necromorfos, Efigies y tejido orgánico en la superficie del planeta se reúne en la estratosfera, con la Efigie Negra como núcleo, para formar un único organismo masivo. Este proceso da como resultado el nacimiento de una nueva Luna, que se comunica telepáticamente con sus hermanas al otro lado de la galaxia y viaja en busca de más civilizaciones para consumir. Se especula que los humanos jamás contactaron vida extraterrestre porque todos los otros mundos fueron devorados por las Lunas, generando un espacio muerto donde quiera que van.
La Luna de Tau Volantis
Dos millones de años antes de los eventos de Dead Space 3, la especie alienígena que originalmente habitó el planeta encontró una Efigie Negra. Cayeron en su trampa, la replicaron y usaron como fuente de energía. El artefacto inició un evento de Covergencia; cadáveres y necromorfos fueron absorbidos conforme una nueva Luna nacía. Pero esta raza tenía muchos recursos y usando su avanzada tecnología, los pocos sobrevivientes construyeron una máquina que congeló en un instante todo el planeta, aunque su verdadero objetivo era hacer chocar a la criatura contra Tau Volantis para destruirla.
El plan funcionó en cierta medida y la luna no pudo completar su desarrollo, pero siguió emitiendo una señal de auxilio a todas las demás efigies: «Devuélvenos a la vida» o «¡Apágalo!», refiriéndose a la máquina alienígena, con la esperanza de atraer seres orgánicos que le permitieran continuar la Convergencia. Las efigies artificiales que Isaac Clarke ha enfrentado trasmitían este mensaje. No fue hasta dos millones de años luego de su formación que la Luna pudo continuar su nacimiento, gracias al apoyo de los uniólogos.
Sin embargo, Isaac Clarke completó la máquina alienígena para cumplir su verdadera función; la Luna fue puesta en ruta de colisión contra Tau Volantis y murió antes de alcanzar su máximo desarrollo. Con sus últimas fuerzas, trasmitió un mensaje a sus hermanas, terminando su letargo. Todas ellas estaban conectadas y ahora se dirigían a la Tierra para consumirla. Las Lunas son seres sensibles, capaces de comunicarse a través de la galaxia mediante telepatía; poseen una mentalidad de colmena y se ven a ellas mismas como una sola entidad omnipotente o divina.
En Combate
La Luna de Tau Volantis es el jefe final de Dead Space 3. Como sus hermanas, es un necromorfo colosal cubierto por una corteza impenetrable. En su interior existen miles de tentáculos que se extienden por kilómetros con una boca enorme en el centro; cercana a esta zona está una «cabeza» con tres ojos gigantes, una mandíbula vertical, otra mandíbula circular más pequeña y varios apéndices que la criatura usa para interactuar con objetos pequeños o cualquier presa que se niegue a morir.
La Luna es invulnerable a todas las armas, para derrotarla debes destruir sus ojos usando la Kinesis mejorada para manipular las efigies que flotan por doquier y lanzarlas contra la criatura. Isaac debe permanecer en el centro de la plataforma y defenderse de los capullos que expulsa, pues al poco tiempo liberan Slashers o Twitchers. Su máximo ataque es sujetar la plataforma con dos tentáculos para devorarte; destruye las zonas amarillas rápidamente para evitarlo. Al final debes arrancar la máquina alienígena de sus entrañas y activarla para matar al necromorfo.