Resident Evil: Outbreak

Título japonés: Biohazard: Outbreak
Plataformas: PlayStation 2

El primer título de Resident Evil con capacidad para varios jugadores. Usando la red del PlayStation 2, hasta cuatro jugadores pueden participar simultáneamente en un escenario interactuando entre sí para superar los diversos escenarios. Lamentablemente el sistema online ya no está disponible debido a la escasa cantidad de usuarios.

De forma alterna, en el modo de un jugador eres acompañado por dos personajes controlados por la IA del juego. Outbreak presenta por primera vez el molesto “Indicador de Virus” que limita el tiempo que un jugador puede gastar en un escenario; este indicador se incrementa a una velocidad diferente dependiendo de cada personaje y se incrementa rápidamente si eres atacado o te arrastras en el piso. Los personajes controlados por la consola son algo mas inteligentes de lo que cabria esperar, logrando por momentos un verdadero sentimiento de colaboración en equipo.

Mediante el stick derecho podremos solicitarles ayuda, pedirles que nos sigan, que se queden quietos, pero primero debemos méritos para ganar su confianza, ya que si no los auxiliamos en determinadas ocasiones o no hacemos caso a sus peticiones, se irán por su cuenta. El inventario ha cambiado a un sistema dinámico en tiempo real dentro del cual solo disponemos del objeto especial y sitio para 4 objetos más. Al abrirlo podremos ver los artículos que poseen los demás personajes, intercambiar ítems y pedir ayuda. Sin embargo, en general el sistema de intercambio es totalmente desastroso.

Supervivencia a tu manera

Outbreak te permite escoger de entre ocho personajes con habilidades diferentes, cada uno cuenta con un ítem especial que no puede ser descartado. El juego está compuesto de cinco escenarios o niveles que van desde el inicio del brote viral, hasta que Raccoon City es destruida por el gobierno de los Estados Unidos. Las conexiones entre los escenarios no están del todo claras. En los niveles de dificultad inferiores, los compañeros de equipo pueden auxiliarnos encontrando artículos claves o ensamblando varios para hacernos la tarea más fácil, mientras que en los niveles de dificultad más altos, su único propósito es servirnos como escudo o para distraer a las criaturas, un perfecto ejemplo de la conducta humana.

Los capítulos no son largos ni complicados, pero al estar pendientes de nuestros compañeros y evitar al mismo tiempo el asedio imparable de los enemigos pueden llevarnos un par de horas. Al final, todos los niveles presentan una estructura similar en la que recorremos unas cuantas habitaciones, encontramos un papel con unos números, abrimos la puerta y enfrentamos al jefe en turno. Los escenarios son variados y están acompañados de impresionantes fondos predefinidos llenos de detalles, pero al final no resultan lo suficientemente llamativos como para querer volver a verlos.

Recolectando muestras

Otro de los puntos fuertes del juego es la gran compilación de criaturas diferentes que posee, recabando mucha de la fauna mutante de Raccoon City y añadiendo algunas amenazas completamente nuevas; sin embargo, el diseño de algunas es bastante simple y no consiguen infundirnos el temor que encontramos en los juegos anteriores de la saga. Outbreak posee una gran cantidad de extras que podemos desbloquear con los puntos que ganamos al final de cada nivel como nuevos vestuarios, imágenes conceptuales y la banda sonora del juego, lo que añade un gran apartado de rejugabilidad donde nos veremos repitiendo escenarios para conseguir puntos y superar nuestras marcas.

Resulta muy entretenido el desafío de escoger un personaje y con la ayuda de otros resolver situaciones peligrosas en el desastre de Raccoon City desde un nuevo punto de vista, presenciando las historias de otros sobrevivientes de la epidemia, pero el precario sistema de comunicación con los otros personajes y unos controles que dejan mucho que desear alejarán a los jugadores casuales.

Ver también:

Personajes

Escenarios:

Criaturas:

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